Reflexiones desde la banda
La labor de equipo es la esencia de la vida. Mi esfuerzo junto con el de mis otros compañeros, se convierte en algo mucho más importante y satisfactorio que lo que pudiera conseguir por mi cuenta. Formar parte de un equipo es algo increíble, en mi caso la mejor y mayor de las gratificaciones posibles. Pero la labor de equipo no es sencilla, no aparece como por arte de magia; requiere un proceso largo y complicado y no siempre se consigue. A veces, la suma de talentos no garantiza el éxito si ésta no viene acompañada de una labor de equipo. Dice un proverbio japonés: "Si el trabaja para ti, trabaja tu para él". A mi juicio esta frase resume bien lo que podría ser una muy buena definición del trabajo en equipo. La suma de todos los elementos de un equipo, de su esfuerzo y del trabajo con un mismo ideal acaba, en la mayoría de los casos, con la consecución de los objetivos planteados con anterioridad. Es curioso, pero en mi opinión el entrenador reúne todo lo contrario. Me parece un ser muy individual, con tendencia al egocentrismo, a no querer ser aconsejado, y menos si esta opinión viene de un colega de trabajo. Tan solo la opinión de tu ayudante merece su atención, pero no siempre convence, no siempre llega. El entrenador tiende a magnificar lo logrado (por ejemplo, un éxito anterior), se aferra a ello durante largo tiempo y amparado en esto deja de evolucionar en lo personal y, sobre todo, en lo deportivo. Creo ante todo, en ser PERSONA. El entrenador debe motivar, convencer o influir en sus jugadores de manera positiva. Cuanto mejor realice este cometido, mayor credibilidad y respeto tendrá dentro de su vestuario. Pero donde es una pieza fundamental es en su trabajo en el deporte base, ya que en las edades tempranas debe ser ante todo un EDUCADOR teniendo siempre en cuenta la inmadurez propia de su edad. Personalmente creo que el buen entrenador es aquel que tiene el talento de hacer creer a sus jugadores que son mejores de lo que creen ser, y solo así sacara de ellos todo el talento que en muchas ocasiones no muestran en su totalidad. Labor de equipo y entrenador: dos cuestiones a mi entender contradictorias en algún sentido, pero necesarias la una de la otra. Solo la labor de equipo puede hacer a un entrenador salir de un mal momento y llevarle a lugares que con su solo talento no alcanzaría jamás.
martes, 30 de septiembre de 2008
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